La transformación digital es una importante palanca de cambio para las economías de toda Europa, de cara a un futuro relativamente cercano. Muchos gobiernos están implementando planes de digitalización y ayudas para fomentar la digitalización de empresas antes de la «frontera» del 2025. El gobierno español, por ejemplo, ya ha presentado un Plan de Digitalización de las PYMES (2021-2025) y tiene previstas ayudas en forma de subvención dentro del Kit Digital para las pequeñas y medianas empresas. Su objetivo es facilitar el camino y fomentar la adopción de soluciones y competencias digitales en el entorno empresarial.

El sector privado también está haciendo esfuerzos por ofrecer servicios de conectividad de banda ancha y baja latencia que respondan a los nuevos retos de la digitalización empresarial, ya que una capacidad de transmisión de datos rápida y eficaz, segura y estable es una de las claves de la transformación digital. A pesar de todo ello, el estado de la digitalización de las PYMES españolas es, cuanto menos, desigual.

Digitalización sí, pero con escaso impacto en áreas clave

Actualmente el nivel de conectividad a Internet de las empresas españolas es positivo, pero aún con margen de mejora: el 60% de ellas tiene una conexión a la red con una velocidad de descarga de, al menos, 30 Mb/s. En lo relativo a la digitalización de la gestión y la planificación, las cifras bajan un poco más: sólo un 42% de las PYMES utiliza un sistema informatizado de planificación empresarial (ERP). Si en seguridad más del 90% de las organizaciones ha tomado medidas para garantizar su seguridad digital, sólo el 53% se ha embarcado en alguna política de formación en ciberseguridad para sus empleados, con el riesgo de desactualización que ello supone.

Otra de las esferas importantes de la vida empresarial, la relación con los clientes, aún tiene camino que recorrer en lo que se refiere a la digitalización. Sólo una de cada tres empresas optan por gestionar la información interna y las relaciones con los clientes a través de un sistema CRM o Client Relationship Management. En vista de todo lo anterior se puede decir que la transformación digital de las PYMES españolas, sin plasmar un escenario apocalíptico ni mucho menos, aún puede y debe mejorar sustancialmente.

Motivos para que las PYMES ‘abracen’ la transformación digital

No por conocidos, los beneficios de la digitalización de empresas son menos, ni menos deseable su aplicación en el día a día de las organizaciones. Gracias a la transformación digital  — bien implementada, porque no es eficaz afrontarla de cualquier modo — es posible:

• Más información Gracias a la digitalización se tiene acceso a una cantidad ingente de información que puede resultar clave para identificar una oportunidad en el mercado: hábitos de compra, perfiles demográficos y de cliente, gustos, tendencias, evolución de los precios, comportamiento de la competencia, aspiración de un nicho de mercado, etc.
• Mejor análisis de los datos Gracias a la interacción con algoritmos y herramientas dotadas de inteligencia artificial, las PYMES pueden hacer análisis mucho más completos y comprensivos de toda esta información a la que hacemos referencia, permitiendo un conocimiento profundo del estado real del mercado en cada momento e incluso anticipando comportamientos y tendencias.
• Mejor toma de decisiones Gracias a un mayor volumen de información y un análisis exhaustivo de la misma es más fácil tomar decisiones estratégicas con una base sólida. También en lo relativo a la digitalización la información es poder.

Además de todo lo anterior, la digitalización de empresas tiene un impacto directo en la cuenta de resultados y la productividad. La transformación digital suele eliminar muchas tareas y procesos repetitivos, elimina o reduce casi al mínimo los errores humanos y permite usar mejor los recursos disponibles. Lo que tiene un efecto inmediato, tanto en los costes como en el aprovechamiento de esos recursos.