ChatGPT y la Inteligencia Artificial para mejorar el rendimiento: ¿Funciona?

En pocos meses la inteligencia artificial y, entre otras, el modelo de lenguaje ChatGPT —creado y desarrollado por OpenAI— ha desatado infinidad de debates y curiosidad. Por un lado, porque resulta innegable que puede representar una revolución sin precedentes en el mundo de la tecnología. Por otro, porque también puede suponer un cambio de paradigma en otros ámbitos, teniendo un potencial impacto transformador en el mercado laboral y en el trabajo corporativo. Por supuesto, también existen voces críticas que ponen sobre la mesa peligros posibles derivados de su uso y otros obstáculos. ¿Podemos ser más eficientes gracias a la IA? ¿Ayudarán herramientas como ChatGPT a las empresas?

 

Ventajas del uso corporativo de la Inteligencia Artificial

Para el gran público, el uso de herramientas de IA como ChatGPT es, a día de hoy al menos, un recurso casi lúdico; en el mejor de los casos algunos usuarios utilizan la inteligencia artificial para crear determinados contenidos sencillos o para realizar búsquedas de información como alternativa a los motores de búsqueda de utilización masiva como Google, por ejemplo. No obstante, las empresas están empezando a utilizar esta aplicación para mejorar su trabajo. Las primeras experiencias en este sentido demuestran que la IA permite:

 

  • Mejorar la productividad de los empleados.
  • Aumentar la efectividad de los análisis de información.
  • Contribuir en la mejora de la experiencia de usuario.
  • Ofrecer alternativas en las estrategias de atención al cliente.
  • Reducir tareas repetitivas con escaso impacto en la eficiencia de procesos.
  • Reducir costes.

 

Además de las citadas, una de las principales aplicaciones de la inteligencia artificial actualmente para las empresas fija su atención en la creación de todo tipo de contenidos. Tanto textuales, a través de aplicaciones del estilo de ChatGPT, como gráficos y de otra clase, como los generados por APPs como Dall-E, por ejemplo. De ahí que muchos de los debates públicos que se están iniciando planteen el riesgo de la pérdida de empleos, la colisión con los derechos de autor de artistas y creadores, el papel de la IA en el crecimiento de la desinformación, etc.

 

¿Qué tener en cuenta para que la Inteligencia Artificial ayude realmente a las empresas?

Todos estos debates son legítimos, sanos y plantean puntos de vista valiosos. No obstante, la IA —de la que ChatGPT es un ejemplo, pero que debe ser vista con una perspectiva más amplia— puede ser un apoyo corporativo inestimable si se entienden sus fortalezas, más allá de sus aplicaciones concretas. La principal fuerza de la inteligencia artificial es la inmensa cantidad de información y datos que utiliza, tanto para elaborar sus modelos de comportamiento como para mejorarse a sí misma.

 

Partiendo de esta base podemos apuntalar áreas de la empresa como la comunicativa, mejorando el trabajo en equipo y el intercambio rápido de información durante la elaboración de proyectos; también hace posible analizar problemas complejos, aclarando posibles soluciones y ofreciendo alternativas de acción sustentadas en datos. En general, la toma de decisiones y la eficiencia en los procesos corporativos puede tener en la inteligencia artificial un potente aliado.

 

Siempre y cuando exista una estrategia clara y herramientas como ChatGPT se utilicen con una finalidad establecida claramente con anterioridad. La utilización de la IA para iniciar chats o interacciones fuera de esa dinámica, o sin una finalidad definida, no sólo no ayudará a la empresa, sino que generará confusión y supondrá un obstáculo para procesos que se pretenden más eficientes, rápidos y con mayor valor añadido.



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