Las energías renovables sustituirán al gas ruso en 2028

A pesar de lo que afirman los amantes de las conspiraciones y la pseudociencia, el calentamiento global es innegable y sus efectos hace tiempo que se hacen sentir. De hecho, los expertos dicen que la tendencia nos dirige hacia un escenario de empeoramiento: mayor temperatura media del planeta, más fenómenos climáticos extremos, sequías más persistentes, etc. . Por eso, la apuesta por las energías renovables es una cuestión de supervivencia. Nuestra forma de generar y consumir energía, además de nuestra concienciación sobre la importancia la sostenibilidad es crucial para esta generación y para la siguiente.

 

Las energías renovables son la única salida

Podemos definir una fuente de energía renovable como aquella que tiene origen natural, que es virtualmente inagotable y que, además, no utiliza combustibles fósiles para generar energía. Aunque hay más ejemplos, podemos hablar de sostenibilidad con fuentes energéticas como el agua, el viento, la biomasa animal o la vegetal.

 

La transición energética es el proceso de sustitución paulatina de todas las fuentes energéticas actuales —mayoritariamente dependientes del petróleo y el gas para la extracción o la generación— por energías renovables. Esto permitirá que se alcance un ansiado objetivo: la descarbonización planetaria o, lo que es lo mismo, la eliminación del dióxido de carbono, que es el principal causante de la presencia de gases de efecto invernadero.

 

¿Cuáles son las energías renovables más prometedoras?

Aunque la sostenibilidad puede apoyarse en varios elementos —como el reciclaje y la reutilización de materiales en lo que se denomina Economía Circular— la enseña más importante de la transición energética son las energías renovables. Las que tienen más papeletas para sacarnos del atolladero del calentamiento global, si atendemos a su coste y eficiencia son:

 

    • La energía solar: Aunque el sol terminará extinguiéndose, como cualquier estrella, lo hará dentro de miles de millones de años. Aprovechar la energía lumínica y calórica del sol para almacenarla y convertirla en electricidad, por ejemplo, es una de las bazas en pro de la sostenibilidad más sólidas. Máxime en zonas del planeta como la nuestra, donde el tiempo de luz solar por día es mayor que en otras partes.
    • La energía eólica: Sigue los mismos principios que la anterior, pero en este caso es la fuerza del viento la que activa enormes aerogeneradores, en forma de molino, que producen la energía eléctrica necesaria. Al igual que ocurre con la energía solar, no se agota y es auto suficiente, es decir, se basta a sí misma y no requiere de fuentes energéticas secundarias para funcionar.

 

Peligros de la dependencia y argumentos para las energías renovables

Siendo más que suficientes, las razones que nos empujan hacia la transición energética no son únicamente ambientales. La dependencia de combustibles fósiles como el gas o el petróleo también tienen implicaciones geopolíticas. Por desgracia, estas fuentes de energía no están presentes en todas partes por igual y, aquellos países que poseen yacimientos de petróleo y de gas, así como los medios necesarios para su extracción y comercialización tienen en sus manos una importante baza para la extorsión económica y política.

 

En situaciones como la que se vive actualmente en Europa, con la guerra que enfrenta a Rusia y Ucrania, esto es especialmente preocupante. Rusia, uno de los principales productores y exportadores de gas del mundo, utiliza su monopolio energético para presionar y condicionar las acciones, no solo de Ucrania, sino del resto de países europeos.

 

Un plan para “independizarse” de Rusia

Por este motivo la Unión Europea se plantea fomentar las inversiones en los países miembros que aceleren la transición energética y el progresivo abandono de fuentes energéticas fósiles, para adoptar energías renovables. Así se demuestra en el informe The race to replace: the economics of using renewables to free Europe from Russian gas, elaborado por el Oxford Sustainable Finance Group, que afirma que esto no sólo es factible, sino que puede lograrse para el año 2028 con el impulso económico y político adecuado.

 

En este informe se asegura que España podría ser el primero de los países europeos que se valgan exclusivamente de energías renovables para la generación de calor, a lo largo de 2023, seguido por la sustitución completa de la sostenibilidad de energía eléctrica en 2027. Además, la temperatura media más cálida permitirá reducir su grado de dependencia del gas ruso —un 10,97 % de su producción total— mucho antes que otros países de su entorno.

 

Independientemente de la situación concreta que atañe al conflicto ucranio-ruso, está claro que un mayor grado de independencia energética de los distintos países desarrollados  implica necesariamente una mayor capacidad económica y estratégica. Tanto en el campo de la generación de recursos como en el de la orientación hacia una mayor sostenibilidad. Es por eso que el grueso del tejido productivo y empresarial —no exclusivamente el energético— debe tomar medidas decididas y urgentes para alcanzar esa independencia apoyándose en las energías renovables.



This site is registered on wpml.org as a development site. Switch to a production site key to remove this banner.