La actividad y la prosperidad de las empresas establece en gran medida un termómetro del éxito de la economía de un país y el desarrollo de la sociedad hacia el futuro. No es, obviamente, un factor único y definitorio, pero tiene un peso importante.

Fruto de esa íntima conexión, la manera en las que las empresas se organizan, funcionan, se comportan y se relacionan con su entorno ha ido modificándose de manera notable en un plazo históricamente muy corto de tiempo.

Si la revolución industrial supuso el primer gran catalizador de esos cambios, la digitalización y su interacción con la innovación tecnológica es —esta siendo— el segundo. Generando unos cambios de paradigma mucho más acelerados, profundos e interdependientes que los vividos hasta ahora.

El papel de muchos cargos de responsabilidad corporativa ha visto modificado su enfoque, ámbito de influencia y funciones a causa de los procesos de digitalización. Dentro de áreas estratégicas para las empresas, especialmente. La figura del director de finanzas o Chief Financial Officer (CFO) es una de esas piezas esenciales para el presente y el futuro de la digitalización corporativa que ha cambiado su rol significativamente.

Finanzas y digitalización: se desdibujan los límites y aumenta la responsabilidad

Gracias a los procesos de digitalización, a las herramientas asociadas con ellos y —sobre todo— a la información a la que es posible tener acceso, gestionar y utilizar con visión estratégica dentro de la transición tecnológica, el CFO ha visto modificado su papel de manera importante.

Hace tiempo que ha abandonado los límites departamentales, los números y las cotizaciones para adoptar un rol más completo dentro de la organización, posibilitando y favoreciendo sinergias entre áreas de negocio que, hasta hace poco, parecían vivir en universos separados. ¿A qué se debe esto?

• Tienen una visión más general y holística de los procesos que atañen, tanto a su departamento como a la empresa en su conjunto. Esto posibilita el análisis de las carencias y la potenciación de palancas de transformación más útiles y relevantes. Tengan que ver con la digitalización o no. El CFO es un catalizador de cambios sensibles, pero necesarios.
• Manejan información útil, rápida y fiable. El director de finanzas está en contacto permanente con información y datos de vital importancia para la supervivencia económica de la organización, así como para el hallazgo de ventanas de oportunidad y nuevos nichos de negocio. La digitalización ha hecho posible que esos datos se obtengan casi en tiempo real, de manera segura y con auténtica calidad —o peso estratégico, dada su fiabilidad—, lo que supone un enorme aporte de valor para la empresa. Y un rol mucho más activo y transversal, para los CFOs.
• Una mentalidad hermanada con la digitalización. El mindset de cualquier director de finanzas tiene que contar con capacidad de análisis, apertura y agilidad ante cambios inesperados, curiosidad, adaptabilidad, ambición…

Todos ellos, si se analizan de cerca, están muy relacionados con el espíritu que sostiene todos los avances tecnológicos vividos en la Historia. El director de finanzas es especialmente sensible al impacto positivo que puede tener la digitalización dentro de las organizaciones. Y, precisamente por esto, puede ser no solo un catalizador, sino un prescriptor y un mentor en este proceso para el resto de sus compañeros.

Contribución de las finanzas al negocio en el entorno de la digitalización

Teniendo en cuenta todo lo anterior, la función financiera y el CFO puede realizar aportaciones de vital importancia para la empresa. Facilitando una percepción del área de finanzas como un partner esencial, dentro de la propia organización; diseñando nuevas estrategias, adaptadas a nuevas necesidades; ofreciendo apoyo en la toma de decisiones con información relevante. Por último, identificando iniciativas y oportunidades que favorezcan el desarrollo de la empresa con visión de futuro, así como ayudando con su implementación y puesta en marcha.