Un asunto capital para el desarrollo del país a medio plazo está en la potenciación de la actividad económica y productiva en el medio rural. Así lo recoge el primero de los diez ejes estratégicos del Plan España Digital 2025 puesto en marcha por el Gobierno. Una apropiada infraestructura de conectividad en las zonas rurales será condición sine qua non para vertebrar este aspecto —junto al resto— del citado plan estratégico.

Y para ello, los fondos europeos Next Generation pueden ser un catalizador de transformación importante. Es una de las conclusiones que se han extraído tras la celebración del I Foro de Innovación de Almería, organizado por La Unión, con el patrocinio de la Diputación provincial de Almería y la colaboración de la Universidad de Almería y la Cámara de Comercio. Además de conectividad rural, diversos especialistas nacionales e internacionales hablaron en este encuentro de sostenibilidad, desperdicio alimentario, inteligencia artificial, robotización o la implementación de la inteligencia artificial.

Conectividad «de primera división» como palanca para el cambio generacional

Para que la actividad económica resulte sostenible, el mundo rural necesita garantizar el mismo salto generacional que se requiere en cualquier otro sector productivo. Lograr que todas las zonas geográficas de España dispongan de conectividad 5G —además de fibra óptica y satelital— debe ser para el sector público y privado un asunto prioritario. En ese sentido, las expectativas son esperanzadoras: Antonio Abad, CTO de Hispasat destacó el abaratamiento de costes como un elemento que puede allanar el camino. Según dijo Abad «con los satélites se puede gozar de una conectividad de 100 megas por tan solo 65 euros mensuales, especialmente en espacios de los lugares donde no hay una presencia importante de la fibra óptica».

Por su parte, otra de las participantes en la jornada, Nani Fernández, directora de Relaciones Institucionales de Orange, puso el foco sobre la necesidad de inversión privada citando como ejemplo las tasas que pone en juego su compañía para retroalimentar la conectividad, «en torno al 20% de los ingresos anuales», según aseguró en el encuentro. La agricultura digital en connivencia con un ecosistema de conectividad 5G sólido, viable económicamente y asequible para todos los usuarios puede marcar la diferencia ante un futuro sobre el que planea el fantasma de la sobre población y la escasez alimentaria, como señaló Ramón González, máximo responsable de la startup Robonity, que también participó en el Foro.

IoT, también capital en el mundo agrario

La conectividad es el principal vertebrador del salto hacia adelante en innovación, modernización y desarrollo del campo español. Pero, evidentemente, no es el único. Nani Fernández también quiso destacarlo: «Está claro que la llegada de la conectividad a todos los lugares es crucial y para esto son necesarios los fondos europeos. Pero también hay que conseguir que las empresas en general y el sector del campo en particular empiecen a demandar estos servicios. En este sentido, vemos que aumenta día a día el despliegue de servicios IoT que, por medio de equipos remotos conectados buscan la reducción de costes, la mejora de la productividad y una mayor calidad y conservación del producto, etc.»

Los desarrollos más demandados y con mejor proyección a corto plazo de IoT en el mundo rural están relacionados con la gestión inteligente del riego de explotaciones y el seguimiento a distancia de rebaños, tanto en labores de pastoreo como en gestión y optimización de cabañas y productos derivados. Pero con un despliegue adecuado de conectividad 5G este abanico puede ampliarse a gestión y aprovechamiento de zonas y emplazamientos de interés turístico, monitorización de visitantes o mejor aprovechamiento del Big Data para aplicaciones que reviertan directamente en las iniciativas empresariales de pequeño tamaño de las citadas zonas rurales.